Al fin, llegó don Felipe Calderón
Hinojosa, sin agreder a inocentes
Sin sorpresas ni sobresaltos, esta mañana a las 10:20 horas, arribó de la capital del país el Presidente de la República, Lic. Felipe Calderón Hinojosa, abordo del Boeing 757 matrícula XC-UJM, y con el señalamiento oficial de Transporte Presidencial TP-01, y se estacionó en un costado de la torre de control, donde fue recibido por la gobernadora del estado, Ivonne Ortega Pacheco y el alcalde César Bojórquez Zapata.
El equipo aéreo, que lleva como nombre “Presidente Juárez”, era esperado en dos áreas diferentes de la terminal, pues en la mera entrada principal de la plataforma comercial se colocaron vallas, “en caso de que decida bajarse por esta vía”; mas lo hizo en el sitio donde las miradas de los turistas y empleados no le alcanzarían a observar, porque se trata de una zona reservada, para una “mayor protección y seguridad” de las naves y sus ocupantes.
A menos de cinco minutos de que el aparato presidencial atravesaba la plataforma, hacia su estacionamiento temporal –quizás hasta las 5 de la tarde-, aterrizó en la pista corta 17/35 el vuelo de Click procedente de Villahermosa, por lo que esta vez no causó estragos en la aviación civil y comercial, en cuanto al movimiento de las medidas extremas de seguridad.
Esta vez la visita presidencial no fue de “turix”, o sea de “pisa y corre” pues el programa de la controversial llegada presidencial, supuestamente no pretende servir como “espaldarazo” a las campañas políticas de los panistas, aunque todo pinta para que se refuerce la buena imagen del ayuntamiento meridano, tan maltratada durante todo este mandato, cuyo titular es el Ing. César Bojórquez Zapata, quien saldrá con el desprestigio de ser cómplice de fraudes y escándalos, incluso entre sus propios correligionarios blanquiazules.
Me late que los “asesores de imagen” del Presidente Calderón Hinojosa, finalmente reflexionaron en torno a las reiteradas quejas y demandas, por los desaguisados y humillaciones que llevan a cabo sus “vigilantes” del Estado Mayor Presidencial, ya que esta vez lo convencieron de que las actitudes represivas de los elementos de seguridad habían roto el encanto que una vez tuvo el Mandatario blanquiazul, pues en el acceso principal del aeropuerto solamente se colocaron las vallas de revisión, como un adorno más, ya que desde las ocho de la mañana se instaló el “retén”, pero su trabajo no fue del todo deplorable como en el pasado.
Aquello de que de ninguna manera era grata la visita de Calderón Hinojosa y sus huestes, se ha difundido varias veces en este blog de noticias del aeropuerto, al grado de que un periódico local utilizó las mismas palabras que hemos subrayado una y otra vez, y que ahora todo parece indicar que pretenden borrar del mapa la prepotencia de los armados policías y soldados, quienes reprimían a inocentes en las revisiones extremas.
Si el Mandatario promete controlar a sus guaruras prepotentes, entonces los yucatecos de buena voluntad prometemos olvidarnos de ese pasado negruzco y lleno de odio hacia las fuerzas armadas, y emprender el camino de la conciliación y la restauración del respeto que debería imponer la figura presidencial.
Por cierto y como parte de la desorientación que causó la sorpresiva visita anunciada de última hora, y que tuvo un par de cancelaciones, resulta que a pocos minutos antes del arribo de Calderón Hinojosa, se presentaron en el aeropuerto varias mujeres militantes priístas, que en lugar de concentrarse en San José Tecoh, donde se llevaría a cabo el primer acto de la entrega de recursos del programa “Oportunidades” –de Sedesol-, lo hicieron en el campo aéreo y de inmediato rectificaron. De prisa abordaron una camioneta para trasladarse a ese lugar, un tanto lejano al aeropuerto.
Lo que nunca faltó en el perímetro de 604 hectáreas del campo aéreo, fue la presencia de policías federales y militares, que estuvieron regados por todos lados, incluso cerca de las pistas, mas en ningún momento se comportaron maliciosos ni groseros, sino que se limitaron a cumplir el objetivo de interrogar a quienes pasaban cerca del campo aéreo, pero sin la tradicional actitud de imponer respeto porque estaban armados hasta los dientes.
Incluso, cuando este reportero tomó una fotografía al retén de la entrada principal, estos le pidieron que no acerque el foco de la cámara para que no salgan los rostros, ya que si son descubiertos por personas malintencionadas, pues pudieran ser víctimas de represalias.
La sala principal y los ambulatorios del aeropuerto fueron saturados por no menos de 400 militares ataviados de civil, pero muchos ni siquiera habían desayunado por lo que el reportero les sugirió que acudieran a comprar las tortas de “Marquitos”, fuera de la zona perimetral y en los linderos de la colonia “Crescencio Rejón”, donde muchos acudimos a desayunar sabroso y a bajo costo, ya que en los restaurantes concesionados de los espacios aeroportuarios, los precios se disparan al doble.
En cuanto tocó tierra la nave presidencial y como por arte magia, varios monitores de información de los vuelos, se descompusieron por lo que el personal de inmediato acudió a “resetearlos” o configurarlos de nuevo, ya que uno de los dos que hay en la sala principal anda muy mal desde hace más de tres semanas, y nadie ha podido repararlo.
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Fotos: El “Presidente Juárez” con Felipe Calderón Hinojosa a bordo, pasó de largo en las meras narices de la zona de protocolo –plataforma principal- del aeropuerto, porque los coordinadores de la gira decidieron que no quería causar más estragos a la deteriorada imagen presidencial… en época de las campañas políticas.
–Retén situado en el acceso principal al aeropuerto, se instaló desde las 8:30 horas y no causó estragos, ni provocó humillaciones como en el pasado.
-Inexplicablemente varios monitores de información de los vuelos en la sala principal se descompusieron, y el personal de Asur los reconfiguró de inmediato.
-Hasta el legendario Convair 340 de Fed Ex, matrícula N-151-FL, con sus 11 toneladas de carga para Cancún, tuvo que movilizarse hacia la plataforma principal porque don Felipe Calderón ocupó su área de tareas, junto a la torre de control.