La huelga de sobrecargos de
Aeroméxico no afecta a Mérida
Los efectos de una posible huelga de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación –ASSA-, previsto para anoche a las 0 horas, no tendrían repercusiones en la ruta a Mérida pues Aeroméxico solamente opera un vuelo cada dos días (tres por semana), y su destino es Miami –desde México-, según confesaron ayer las autoridades del Grupo Asur, y que fueron ratificadas por la aerolínea.
Aeroméxico, añadieron las fuentes consultadas, no vuela a Mérida pues sus cinco rutas “domiciliarias” fueron cedidas a su filial Aerolitoral, empresa que tiene equipos pequeños tipo CRJ de a 70 espacios para los recorridos cortos en la zona sureste y algunas rutas hacia las conexiones del circuito Mundo Maya.
Reporteros de este periódico intentaron ubicar el sitio donde las sobrecargos yucatecas de Aeroméxico, representantes de la lideresa nacional de ASSA, Lisette Clavel, guardarían sus banderas rojinegras y todo los elementos que utilizarían al cabo de que el movimiento estalle, a la medianoche.
Pero el esfuerzo fue en vano porque en nuestra ciudad ya no hay “tripulaciones de reserva” pues la aerolínea si cuenta con pilotos y sobrecargos pero son de Aerolitoral, y cuyos contratos no les permiten pertenecer a la asociación porque se trata de una compañía de “bajo costo”, y cuyos salarios equivalen a la mitad de lo que ganan las sobrecargos y los pilotos de Aeroméxico.
La investigación, previa al estallamiento del paro laboral, solamente arrojó algunas precisiones en el sentido de que la única operación que sería bloqueada en Mérida, sería la del vuelo 420 que llega de México y continúa a Miami, tres veces por semana, ya que todas sus demás operaciones (cinco) las realiza Aerolitoral, que es la compañía filial de “bajo costo”, como lo es Click de Mexicana, y que a los patrones les sirve como esquiroles y rompehuelgas, tal como ocurre en esta emergencia con las sobrecargos.
Un trío de sobrecargos de otra aerolínea, que estaban en la sala principal por la mañana, revelaron que en la consulta que hicieron en Internet, en torno a los avances de las charlas por el paro de ASSA, solamente se mencionaba que la paralización de Aeroméxico costaría muchos millones de pesos, pues operan 300 vuelos diarios y las sobrecargos son solamente 1,496 inconformes, y que en la asamblea de consulta habían acordado esperar hasta el último minuto con la contraoferta del aumento de un 5% que exigieron a la aerolínea.
De consumarse la amenaza de paro de las sobrecargos, la afectación se limitaría a que causará problemas a menos de 300 yucatecos por semana, pues esa es la capacidad de movilización desde Mérida hacia Miami, y parece que la dirigencia de ASSA exigirá que la compañía pague más de $20 millones que adeuda, por concepto de salarios y prestaciones que no cumplió desde el año pasado, hasta ahora.
El personal de turno de despacho y tráfico reconoció que el paro pudiera llevarse a cabo precisamente por ese último concepto, el adeudo, y no tanto por el incremento salarial del 5% que exigieron en la última charla que tuvieron la noche del viernes.
Hay combustible para un mes
Por otra parte, en torno al abastecimiento de los combustibles como el gas avión y la turbosina, para las naves comerciales que operan en Mérida, voceros del titular de ASA Combustibles (Francisco Alvarez Perales), revelaron que las entregas de los carrotanques no descargaron este fin de semana porque sus días hábiles de labores concluyen los viernes, por lo que el abasto está garantizado para todo un mes, en caso de que el conflicto de los conductores estalle con un paro nacional.
Los cuatro tanques de almacenamiento en la zona restringida del aeropuerto están llenos a toda su capacidad, pues los informantes dijeron que el viernes pasado recibieron 4 gigantescos trailers, de a 60 mil litros cada uno, y que la capacidad de cada uno de los tanques es de 640 mil litros, aunque solamente se destina para “agua ligera”, y uno más para gas avión, ya que el mayor consumo es de la turbosina.
La zona restringida de esos depósitos permanece bajo vigilancia permanente, pues desde el estallido de la sofocada guerra de los zapatistas en contra del Ejército Mexicano, el primero de enero de 1994, las fuerzas armadas destinaron un piquete de 33 soldados de manera que cualquier atentado tendrá respuesta oportuna.